Los pueblos-estación de esquí

Descubre las estaciones-pueblo del valle de Chamonix-Mont-Blanc ¡Sed bienvenidos!

Recorre el valle de Chamonix-Mont-Blanc a través de sus pequeños pueblos y aldeas con historias fascinantes y regiones únicas.  
Observa la naturaleza silvestre, que infunde asombro a la vez que calma. 
Tanto en verano como en invierno, los glaciares están presentes. Estos gigantes en movimiento dan forma a este valle desde hace más de 13 000 años.

5 estaciones-pueblo, tantas como visiones de la montaña

Servoz, Les Houches, Chamonix-Mont-Blanc, Argentière y Vallorcine te sumergirán en la historia de este valle mítico, que, con sus agujas y sus macizos legendarios, siempre apunta hacia el cielo. Desde siempre, los pioneros parten desde aquí a la conquista de las cimas y escriben la historia de la montaña. 

El valle de Chamonix-Mont-Blanc se extiende desde el col de Balme, donde nace el río Arve, hasta el col de Voza, bajo Les Houches. De Servoz a Vallorcine, 17 km separan los extremos del valle, con una anchura máxima de 800 m.

Al llegar al valle del Arve, las montañas se abren en Servoz y se adivinan a lo lejos las siluetas del mítico Dôme du Goûter y la Aiguille de Bionnassay. 
A medida que avanzamos, las cimas, las aldeas y los senderos cobran vida y ofrecen un espectáculo cambiante que invita a volver una y otra vez. 
Cada localidad revela un aspecto diferente de la vida a los pies del Mont Blanc, además de unas vistas excepcionales. De Servoz a Vallorcine o de Vallorcine a Servoz, todas las maravillas del valle de Chamonix-Mont-Blanc se despliegan ante ti.

Station de Vallorcine

Si buscas autenticidad, Vallorcine (el valle de los Osos) es el destino perfecto. La localidad de Argentière, punto de salida de les Grands-Montets y de numerosas pistas de esquí de travesía, atrae a deportistas de todas partes. Chamonix-Mont-Blanc no necesita presentación; es de lejos la más cosmopolita, con una rica y dinámica vida cultural. Les Houches atrae a familias que buscan calma y recargar las pilas. Finalmente, Servoz encarna el lado más apacible de la vida. Para moverte de un pueblo a otro puedes, por ejemplo, tomar el tren Mont-Blanc Express.

Sea cual sea la localidad de destino, te sorprenderá la belleza de los parajes. El macizo de Mont Blanc: sus glaciares, sus agujas y su verticalidad hacen del valle de Chamonix-Mont-Blanc un lugar remarcable.

El valle de Chamonix-Mont-Blanc y sus estaciones-pueblo ofrecen una experiencia única, ya sea cultural, deportiva o contemplativa, en un entorno legendario.  

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